Sucede, en efecto, que cuando las cosas se hallan de tal modo dispuestas que, representándolas mediante los sentidos podemos imaginarlas fácilmente, y como consecuencia acordarnos de ellas con facilidad, decimos que están bien ordenadas. En caso contrario, que están mal ordenadas, que son confusas. Y como las cosas que podemos imaginar fácilmente nos son más agradables que las otras, los hombres, a causa de ello, prefieren el orden a la confusión, como si, fuera de la imaginación, el orden fuese algo en la Naturaleza. Y dicen que Dios ha creado todas las cosas con orden; y de este modo, sin darse cuenta atribuyen a Dios imaginación, también; esto cuando no pretenden que Dios, lleno de previsión en favor de la imaginación humana, ha dispuesto las cosas de tal modo que los hombres puedan imaginarlas del modo más fácil posible. A causa de ello, tal vez, resultaría inútil hacerles observar que hay una infinidad de cosas que sobrepuja en mucho nuestra imaginación, y un gran número que la confunden a causa de nuestra debilidad.
Spinoza, La Ética.
Demostrada según el método geométrico y dividida en cinco partes en las que se trata
I.- De Dios
II.- De la Naturaleza y del Origen del alma.
III.- De la naturaleza y del origen de los sentimientos.
IV.- De la servidumbre humana, o de la fuerza de los sentiminetos.
V.- De la potencia del entendimiento, o de la libertad humana.
[Apéndice de la Parte Primera. De Dios]
Demostrada según el método geométrico y dividida en cinco partes en las que se trata
I.- De Dios
II.- De la Naturaleza y del Origen del alma.
III.- De la naturaleza y del origen de los sentimientos.
IV.- De la servidumbre humana, o de la fuerza de los sentiminetos.
V.- De la potencia del entendimiento, o de la libertad humana.
[Apéndice de la Parte Primera. De Dios]
No hay comentarios:
Publicar un comentario