Debo decir terminé mi lectura de Marx cuando cayó el Muro de Berlín, y me dije ¿ahora qué hago con este Marx?
Porque trabajé diez años aquí en esta facultad, en estas mismas aulas. Dieciséis, diecisiete semestres leímos en un equipo de casi cuarenta muchachos toda la obra desde Los Grundisse hasta el final y cuando no encontramos ya editados yo me fui a trabajar inéditos con Sloterdijk en Berlín...
Todo eso pareció muy extraño pero lo que pasa es que me leía a Marx línea por línea, durante diez años fuimos leyendo a Marx en seminarios y yo escribiendo los cuatro tomos y por último el quinto, y ahora sale otro más...
Fue muy simple, leímos a Marx directamente, los alumnos, los muchachos leían en castellano las traducciones; muchos se pusieron a estudiar el alemán en el Instituto Goethe para leer a Marx en el original, y yo tenía mi mega, e íbamos viendo palabrita por palabrita en el origen, y fue una lectura muy paciente...
...entonces usa el alemán la fuente creadora del valor y lo hace desde la nada del capital, usa la fórmula “creación de la nada” Schaffung auf nichts, y entonces yo le digo a los marxistas del Instituto Marxista en Berlín del quinto piso del Alexander Platz 1984, antes de la Perestroika, Marx usa la palabra “creación de la nada” ¿han visto ustedes?, ¡No lo habían visto! Y eso es metafísica semita.
Pero entonces en el ochenta y nueve dije ¿y qué hago con este Marx?, ahora recién lo voy a usar, mi Ética del noventa y ocho, en disputa con Apel, fue una disputa desde Marx, Apel dijo, en su texto segundo, cuando el latinoamericano en noviembre de 1989, dos semanas después de la caída del muro de Berlín me habló de Marx, Apel escribe “yo creí que era no informado o anacrónico”, y entonces se lanzó no contra Marx, lo hicimos picadillo, le demostré que no sabe usar a Marx, nunca más habló Apel de Marx porque se dio cuenta que estaba con un especialista.
Enrique Dussel
Extractos de entrevista o "Manual para hacerse Teólogo"